EL MÉTODO SUZUKI

Fue creado por Shinichi Suzuki, violinista y educador Japonés, nacido en Matsumoto en 1898. Hacia los años 20 parte a Alemania a estudiar violín con el profesor Karl Klingler. En su estadía allí, se sorprende al darse cuenta de cómo los niños pequeños hablan muy bien el alemán, e idioma que se le dificultó para dominarlo. Después de analizar profundamente este hecho, concluye que cualquier niño aprende a hablar su lengua materna muy bien, fácilmente y con éxito, gracias a diversos factores positivos que componen su entorno: el escuchar, la imitación, la repetición constante y el estímulo cariñoso por parte de los padres, entre otros, desarrollando así, el Método de la Lengua Materna, el cual incorpora en diversas áreas, especialmente en la música. 

Los principios básicos de la filosofía del método son:

El medio ambiente que rodea al niño le permite desarrollar su talento.
El compromiso y la compañía de los padres son fundamentales, ya que ellos son los responsables de crear ese “medio ambiente”, acompañando al niño en las clases, en la práctica diaria, y llevándolo a conciertos. Junto con el niño y el profesor, conforman el Triángulo de Aprendizaje.
Iniciar a temprana edad beneficia el desarrollo de los procesos mentales, la coordinación muscular y la capacidad auditiva, debido a que el niño pequeño está adquiriendo su lenguaje, facilitando el desarrollo de la sensibilidad musical.
El escuchar diariamente la música que el niño está tocando y tocará más adelante, facilita su aprendizaje y desarrolla en la musicalidad.
La actitud positiva de los padres y del profesor hacia el niño es un ingrediente fundamental y de gran valor en la motivación del aprendizaje. 
La repetición es un acto fundamental en el proceso del aprendizaje de la lengua materna. El niño repitiendo con esmero va afianzando su vocabulario, y poco a poco éste va aumentando hasta dominar su lengua. De igual forma sucede al aprender un instrumento.
La lectura musical en el niño, se inicia después haber desarrollado las habilidades técnicas básicas de ejecución del instrumento, de la misma manera que se aborda ésta, en el proceso del aprendizaje de la lengua materna.
El aprendizaje del violín, el violoncello, la guitarra y el piano también influyen en la psicomotricidad del niño desarrollando importantes ventajas en la percepción auditiva y la percepción corporal, tales como:

 

  • Promover la integración hemisférica, la cual permite el trabajo simultáneo y coordinado de los dos hemisferios cerebrales al realizar una tarea.
  • Estimular la coordinación ojo-mano y coordinación bimanual
  • Promover el control postural, como la orientación postural y la estabilidad corporal con respecto al espacio, a la base de sustentación y a los límites de estabilidad. También mejora el tono postural a través de retroalimentación visual, auditiva y somátosensorial, incluyendo la propiocepción.
  • Promover el control postural, como la orientación postural y la estabilidad corporal con respecto al espacio, a la base de sustentación y a los límites de estabilidad. También mejora el tono postural a través de retroalimentación visual, auditiva y somátosensorial, incluyendo la propiocepción.
  • Desarrollar la adquisición de habilidades motoras, como aquellos movimientos que implican independencia digital y movimientos finos de la mano (motricidad fina) teniendo como referencia la estabilidad corporal y la percepción auditiva.
  • • Promover la integración sensorio-motora, la cual se refiere a la capacidad para hacer procesamiento sensorio-motor refinado.